El 1 de mayo se celebra en diversos países el día de los
trabajadores en homenaje a los que se conocen como Mártires de Chicago. En esta
publicación queremos exponer brevemente el origen y los acontecimientos que
dieron lugar a esta conmemoración.
El origen de esta jornada reivindicativa hay que contextualizarlo
en los Estados Unidos del último cuarto del siglo XIX. En un ambiente de explotación laboral, con
jornadas de trabajo de 12 horas o superiores, las reuniones y movilizaciones
obreras eran fuertemente reprimidas con violencia y prisión.
Para hacer frente a esta situación, en 1880 se constituye la
federación de organizaciones de
sindicatos y asociaciones de trabajadores (Federation
of Organized Trades and Labor Unions).
En 1884 se aprueba convocar una Huelga General el 1 de mayo
de 1886 para conseguir establecer la jornada de ocho horas de trabajo. El lema
es “Ocho horas de trabajo, ocho horas de
descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana”. Ya en 1856, según explica Soledad Bengoechea
en el artículo “L’origen del Primer de Maig”, los trabajadores de Australia
habían tenido la idea de celebrar una jornada reivindicativa que fue aceptada
rápidamente y comenzó a extenderse por
otros países.
Durante los meses transcurridos desde la convocatoria hasta
el día de huelga, la agitación fue tal, que aumentó considerablemente el número
de miembros de las asociaciones de trabajadores.
El 1 de Mayo de 1886 se generalizó la paralización de los centros
de trabajo y miles de trabajadores se manifestaron en varias ciudades de
Estados Unidos.
En Chicago, el día 2 de Mayo, la policía reprimió
violentamente a los huelguistas que habían ido a protestar por la actitud de
los trabajadores que acudieron a trabajar a la fábrica Mc Cormick, causando
seis muertos y multitud de heridos.
El clima de tensión creció durante los días siguientes y el
4 de mayo, al finalizar un mitin convocado por los trabajadores en la plaza
Haymarket de Chicago, se presentó un destacamento de 180 policías para
dispersar lo que quedaba de la concentración, momento en el cual estalló una bomba
entre las filas de la policía. La policía abrió fuego contra la multitud,
matando e hiriendo a varios manifestantes.
Este hecho fue aprovechado por las clases dominantes para
reprimir y encarcelar a miles de huelguistas.
La policía arrestó a ocho miembros de la
IWPA (Asociación Internacional del Pueblo Trabajador), organización de carácter
anarquista: George Engel, Samuel Fielden, Adolf Fischer,m Louis Lingg, Michael Schwab,
Albert parsons, Oscar Neebe y August Spies, este último director de la revista
anarquista Arbeites Zeitung, publicación
que tuvo un importante papel en la difusión de las consignas de esta
reivindicación. Estos ocho detenidos
fueron conocidos posteriormente como los Mártires de Chicago.
Se les acusó de complicidad de asesinato y su juicio estuvo manipulado
y repleto de irregularidades, el resultado del cual fue la condena a muerte de
todos los acusados excepto de Oscar Neebe que fue condenado a 15 años de
prisión.
En todo el mundo se celebraron movilizaciones en su defensa.
Finalmente se cambió la sentencia de Samuel Fielden y Michael Schawb a cadena perpetua.
Louis Lingg apareció muerto en su celda.
El 11 de noviembre de 1887 Spies, Engel Parsons y Fischer
fueron ejecutados en la horca.
Nunca se supo quien fue el responsable de la explosión de la
bomba. Años más tarde, en 1893, después de la revisión del caso, Fielden, Schwab y Neebe fueron perdonados y
puestos en libertad y los condenados a muerte rehabilitados públicamente.
Ya desde finales de mayo de 1886, varios sectores patronales
accedieron a la jornada de ocho horas, pero no fue hasta 1938 que se impuso en
todo Estados Unidos.
El 1 de Mayo se estableció como jornada de lucha reivindicativa
y de homenaje a los Mártires de Chicago por acuerdo del Congreso Obrero Socialista
de la Segunda Internacional celebrado en París en 1889.
En Cataluña el 1 de Mayo se celebró por primera vez con
manifestaciones y mítines en Barcelona y otras ciudades el año 1890. La jornada
de ocho horas en nuestro país se consiguió tras la exitosa huelga de La
Canadenca que tuvo lugar en 1919.
En España la celebración del Primero de Mayo como jornada
reivindicativa estuvo prohibida durante las dictaduras de Primo de Rivera
(1923-1931) y Francisco Franco (1939-1977). Desde 1938 se conmemoraba el día de
la exaltación al trabajo el 18 de Julio, con contenido del ideario del régimen
fascista. Hasta el año 1978 no se autorizó la celebración del 1 de Mayo como manifestación
libre e independiente del Día del Trabajo.
Curiosamente, en Estados Unidos, país de origen de esta
reivindicación, el Día del Trabajo no se celebra el Primero de Mayo, sino el
primer lunes de setiembre. El motivo era
desvincular esta jornada del movimiento obrero para que el socialismo no se
enraizara en Estados Unidos.
Seguidamente mostramos las fuentes utilizadas para la
realización de este artículo y animamos a quienes estén interesados/as a que
investiguen y profundicen en la múltiple bibliografía que existe referente a
este tema y las luchas obreras.
Por supuesto, os convocamos a sumaros a participar en alguna de las diferentes
convocatorias previstas para este 1 de
Mayo.
Fuentes utilizadas para la redacción de este artículo: